
Horade los Laicos
No hay época ni período de la historia que, en los designios de Dios, no vaya amorosamente vinculado al hombre de la calle, en la sociedad; y al seglar de a pie, en la Iglesia. Los tiempos que vivimos son, por añadidura, claramente laicales. Dios lo quiere así. Y hace falta percatarse bien de ello para sacar mayor provecho.
El autor sabe escribir, sin duda; se le lee fácilmente y con gusto, lo cual es un paso previo necesario para seguir adelante en la lectura del libro. Por otra parte, conoce el arte divino de descubrir a los demás –sobre todo a los jóvenes- el tesoro del reino de Dios, que él mismo lo ha gustado primero. Además, es hombre de extraordinaria experiencia espiritual y apostólica y merece la pena estar atento a lo que dice o sugiere, porque lo certifican sus frutos.